05 mayo 2006

Arte Phantasma

Leyendo últimamente una obra especializada en el Arte Contemporáneo, descubro la confirmación de una sospecha que me ronda y atormenta desde hace bastante tiempo, y es la tal sospecha de la existencia del Arte Invisible. Desechados el Arte Conceptual, el Anti-Art, las latas de caquita de artista (ver infra los intentos de Manzoni –tan ingenuo el pobre– de cagarse en el mercado del arte), y el Arte Primitivo como manifestaciones decadentes del estadio último del Arte Capitoburgués, no se salvan ni los urinarios convertidos en arte y nuevamente reconvertidos a martillazo limpio en (restos de) mobiliario sanitario. Resulta ahora que lo moderno, lo actual, lo contemporáneo, lo más atrevido y gamberro es esconder el cuadro, el wáter, el cadáver destripado de una vaca o de un homeless, y después publicarlo a bombo y periodiquillo especializado en estética. Después de la muerte del artista, del caballete y de la obra, el siguiente paso era inevitable. Platón ya los barruntaba a los artistas del futuro cuando definía el estatus ontológico del Arte PHANTASMA: copia de la copia de la copia de la IDEA. Bienvenidos.