Los bártulos que cargo sobre mis hombros –más, mucho más adentro que las 43.591 neuronas (sí conozco el número y el tamaño exacto de mis limitaciones) con las que bostezo o me entusiasmo, me sublevo o esbozo una sonrisa cómplice, cada vez que en un texto reconozco algo, casi siempre sin certezas, que ya he visto antes– este pesado y aparatoso equipaje, que acarreo por las sucesivas moradas con las que me distraigo, por domicilios ajenos, hoteles de mala muerte, habitaciones por horas, estos bártulos embarazosos, pesadísimos, sobre mis hombros... dentro, muy dentro y antes de mí.
Los bártulos que cargo sobre mis hombros –más, mucho más adentro que las 43.591 neuronas (sí conozco el número y el tamaño exacto de mis limitaciones) con las que bostezo o me entusiasmo o esbozo una sonrisa cómplice, cada vez que en un texto reconozco algo, sin certezas, que ya he visto antes– este pesado equipaje, que acarreo por domicilios ajenos, habitaciones por horas, estos bártulos embarazosos, pesadísimos, sobre mis hombros... Dentro, muy dentro y antes de mí.
30 enero 2006
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1 comentario:
Querido Kevin te tengo un poco olvidado con lo de la foto del plagio. Pero es que tengo un lio increible. Mi blog lo puedes piratear todo lo que quieras aunque esta claro no es mucha chicha la que hay.
Un saludote!
Er Pablo
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