29 enero 2006

El alquitrabe


Dónde me llevará todo este rebuscar en las palabras, y más allá de ellas, entre todos estos libros textos, entre frases desvalijadas de su sentido, a hurtadillas, con alevosía. Y nada más porque Cortázar había escrito también sobre una flor amarilla, la misma que tú también habías descrito y que tú habías ya visto en algún lado, en algún otro escritor que también había visto esa misma flor amarilla. Me repito porque de repeticiones estamos hablando. Repeticiones incómodas cuando uno guarda todavía resabios del adolescente romántico que otros, más sensatos, ya han terminado de enterrar y de entonarle los gorigoris correspondientes. “Plagio anticipatorio” lo llamaba François Le Lyonnais. Una obsesión por los plegamientos o las fisuras del tiempo y del espacio un tanto impúber, adolescente, vergonzante

No hay comentarios: